El Valor De La Dignidad Imprimir
Informacion - Artículos de Opinión
Colocado por Elvys Rodríguez   
Miércoles, 16 de Noviembre de 2011 10:44

Lic Nicolás Arroyo Ramos, M.A.La oportunidad de elegir con libertad

Por Nicolás Arroyo Ramos, M.A.

Duele mucho que políticos dominicanos, utilicen el bochornoso método de comprar la conciencia de un pueblo, empobrecido, digno, luchador y trabajador, y que, con algún dinero, tarjetas de solidaridad, botellitas de aceite, funditas de arroz, funditas de habichuela y azúcar, madera, zinc, cemento, pretendan comprar la voluntad de una población que sufre en carne propia los latigazos de la inflación, desempleo, miseria y la inseguridad.

Es penoso saber que en la nación dominicana, forjada bajo el esfuerzo, trabajo y sacrificio de un grupo de hombres y mujeres de la categoría de Juan Pablo Duarte, Francisco del Sánchez, Ramón Matías Mella, Gregorio Luperón, Francisco Alberto Camaño, las hermanas Mirabal (Patria, Minerva y María Teresa), Florinda Soriano (Mamá Tingó), Manolo Tavares Justo, profesor Juan Bosch, José Francisco Peña Gómez, entre otros, todavía se pretenda coartar la libertad del pueblo decidir su propio destino.

Duele saber que en pleno siglo XXI, en la llamada época de la postmodernidad y sociedad del conocimiento, todavía en la República Dominicana, existan y puedan existir personas que acudan a votar un candidato a la presidencia de la República, por el solo hecho de que les regalen algún electrodoméstico, tales como: cama, silla, mesa, televisor, radio, colchón,  juego de sabana, mosquitero, máquina de coser o cualquier prebenda que nunca sale de los bolsillos de los que obsequian el regalo.

La población votante tiene que tomar conciencia del valor y la importancia de su voto, del significado que tiene esa oportunidad en la decisión de cambiar el rumbo del país, y de que, bajo ninguna circunstancia, pueden prestarse como tontos útiles a fomentar el clientelismo político, el parasitismo y la vagancia, y que, por el contrario, deben exigir a cada uno de los aspirantes propuestas claras de desarrollo social y económico, especialmente, generación de empleos, educación, salud, seguridad ciudadana y  producción.

En la venidera contienda electoral del 20 de mayo del 2012, -si ciertamente aspiramos a una nación desarrollada social, económica y políticamente-, cada ciudadano y ciudadana dominicano (a), tiene el deber solemne de votar por la mejor elección, atendiendo al dictamen de nuestra conciencia y rechazando las pretensiones de algunos inmorales, quienes consideran que el voto es una mercancía que pueden comprar aprovechando el hambre y la miseria de un pueblo.

NOTA: El autor es periodista, abogado y profesor universitario.