Por Mauricio Toribio (mtoribio17@hotmail.com)

Abrumado y cabizbajo va el labriego

Con su machete a cuesta y

Sobre sus hombros un bolso,

Levantando la cabeza algunas veces

Y en su mente; un pensamiento hondo

Envuelto en harapos, apura el paso.

Sin dientes, mastica un tabaco para aguantar.

Un termo de café, en manos lleva; para beber

Mientras camina de trillo en trillo

Va, haciendo caminos sin descansar,

En busca de tierras para sembrar.

¡Ay..!  Pobre labriego que con impotencia

Y desespero, mira sus tierras desaparecer.

Ahora camina en busca de ellas,

Pa trabajarla, y ganarse algo para comer.

Mira pal suelo, mira pal cielo, y ¡no lo puede creer!

Los campos ya no son campos,

Piensa con profundo anhelo,

Y no hay tierras que trabajar,

¡Por eso que los que allí vivían!

Se fueron a las grandes ciudades,

A “moto – conchal”.

¡Ay..!  Pobre labriego

Que solo le queda, vender su casita

Para también, convertirse en moto-conchitas

Porque en los campos ya no queda, nada que hacer.

¡Ay..! Pobre labriego

Que vende todo, para comprarse un motor.

Arriesgando su vida de día y noche, 

Para ganarse, a puros trotes

Algo para su sostén, viendo la vida muy cuesta arriba

Para criar su familia, y así puedan juntos sobrevivir.

Con el peligro y sin abrigo, con desesperanza;

Y la esperanza de algún día,

Estar de vueltas en aquellas tierras,

Que lo vieron crecer.

Y ponerlas de nuevo, a

“florecer”.

¡Ay..! Pobres labriegos…

¡Ay.. ¡Pobres nosotros…

Que cada día tenemos menos

Tierras que cultivar...

04/12/2011