El valor de las buenas nuevas Imprimir
Informacion - Artículos de Opinión
Colocado por Elvys Rodríguez   
Jueves, 22 de Marzo de 2012 11:03

Benjamín GarcíaPor Benjamín García

Sentado frente al televisor a la hora del noticiero, hojeando los periódicos o revisando su contenido en la red, escuchando los interactivos que desbordan la capacidad de análisis de la sociedad dominicana, pareciera que nos dirigimos de manera irremediable, hacia el abismo. Siempre ha sido así, la prensa según algunos, debe tener el tono de la denuncia.  Pero entonces debemos preguntarnos ¿No tiene derecho el ciudadano común a enterarse de las acciones positivas emanadas de la misma sociedad?

En los países desarrollados, las noticias de catástrofes individuales como suicidios, asesinatos, entre otras situaciones propias de los miembros de una colectividad, son pasadas a los medios informativos con celo excesivo. Las razones están dadas por el impacto negativo que genera en los demás miembros del grupo, para no crear un circo en torno a una desgracia familiar y también, la opinión pública puede contaminar, con comentarios aviesos o interesados, la investigación del caso.

Las informaciones son tratadas con el debido cuidado por los medios y sus informantes.  Cuando se trata de tragedias colectivas es distinto, pues es muy difícil ocultar un asesinato en serie, o la violencia desatada por un desaprensivo en un centro de estudios, o crímenes raciales y de odio.  Repito, en todo caso, no se presentan imágenes dantescas ni permiten a ningún intruso, salvo que lo haga violando la seguridad, grabar o hacer imágenes de ellas.

Agregamos a todo este panorama desolador, el afán de algunos “programeros” financiados por partidos de oposición u otros grupos con intereses particulares, de presentar un país derrotado, hambriento y carente de las herramientas para poder avanzar.  Es cierto, los políticos nuestros no han logrado resolver desde los diferentes estamentos del Estado, problemas ancestrales, pero no tiene sentido seguir insistiendo sobre las llagas cuando es evidente la sanación de algunos órganos y la recuperación de otros.

Hace unos años, en una comunidad rural de Moca se debió acondicionar una antigua granja de pollos para alojar en ella la escuela, mientras se reparaba el local donde funcionaba. Un famoso noticiero nacional hizo la denuncia satanizando el que un grupo de alumnos recibiera la docencia en “una granja”. La secretaría debió entonces alquilar una casa pequeña, donde se habilitó hasta el patio, con mucho menos comodidades. La pregunta es ¿No debió ser la noticia que la Escuela de la comunidad se estaba construyendo?

Son muchas las noticias auspiciosas que se producen en el seno de nuestra sociedad.  Tenemos grandes retos, es cierto, pero avanzamos irremediablemente. Debemos apostar al desarrollo desde una actitud positiva, haciendo los reclamos necesarios a los gobiernos, con criterio lógico, sin afanes mezquinos, aportando desde la posición donde nos encontremos, ayudando cada cual a poner un grano de arena para mejorar.  Los medios de comunicación son una extraordinaria herramienta si asumen el compromiso.

Demos a las Buenas Nuevas el valor que tienen, levantemos la bandera del optimismo.  Asumamos con fe el reto de construir un porvenir más promisorio. Con mayor difusión de los aspectos positivos, generaremos el entusiasmo necesario para afrontar con éxito, los retos del futuro.