Por Mauricio Toribio

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La verdad es que queda de manifiesto claramente el grado de desesperación del pueblo dominicano con esta declaración publicada en el Listín Diario de que se apuestan diariamente en las diferentes bancas de loterías que funcionan legalmente en todo el territorio nacional, alrededor de setenta (70) millones de pesos.  Setenta millones de pesos gastado diariamente por un Estado es prácticamente una cantidad irrisoria para los gastos que conlleva mantener en salud la estabilidad de una nación, pero setenta millones de pesos gastados diariamente por los pobres de un país pequeño como el nuestro, apostando a las mejoras de sus condiciones de vida, jugando a la suerte en  diferentes loterías, es verdaderamente algo alarmante. 

A mi en lo personal me gustaría saber de esa cantidad de dinero apostado, cuántos de los jugadores cambian su destino, haciéndose ricos, acertando en sus jugadas, en cambio me atrevo a asegurar que no sucede lo mismo con los dueños de bancas lo que es bastante notorio por el tipo de casa, el vehículo en donde anda y los lujos y placeres que puede darse a costilla de los pobres.  Esto me llamó poderosamente la atención.  Aunque entiendo que esa proliferación de bancas viene en cierto sentido a palear la falta de empleo, al mismo tiempo creo que más que beneficios da pérdida.

Digo esto porque he visto con mis propios ojos cómo muchas madres con un limitado presupuesto alimenticio para su familia, los limitan aún más al sacarle todos los días parte de ese limitado diario para irse a jugar numeritos, que en la mayoría de los casos no se sacan nada y cuando lo logran pegar lo que se sacan ya los han perdido varias veces.  No podemos negar que muchos han corrido con la suerte de pegar un loto, una tripleta, un pale o una de las diferentes combinaciones existentes en las tantas loterías que tenemos funcionando hoy, en todo el país; logrando así salir de situaciones difíciles en las que se encontraban, pero por cada persona que han tenido esa dicha, son miles las que pasan por las penas de perderlo todo en busca de lograr dicho sueño.

Ahora para colmo se les están permitiendo a las tantas bancas, tener sorteos dos veces al día para que los pobres entonces dejen de comer por estar buscando cambiar su suerte.  En Venezuela sucedió lo mismo, llegando al extremo de que en su territorio existía una lotería por estado y jugándose varias veces al día; lo que llevó al país sureño a general la ola de delincuencia en la que están sumergidos y de las que no han podido salir a pesar de los esfuerzo del Comandante Hugo Chávez que ha logrado mantener a raya a otras potencias intrusas de asuntos internos y a los ricos de su propio territorio, pero no así a los delincuentes.